La mayoría de las personas que conozco encaran las entrevistas con la mentalidad de que deben superarlas

La mayoría de las personas que conozco encaran las entrevistas con la mentalidad de que deben superarlas.

¿Y sabes qué? ¡Claro!

¿No es ese el propósito de una entrevista?

Pero déjame contarte algo.

A lo largo del proceso, no siempre pasarás cada entrevista.

Ni siquiera la mayoría.

Entonces, ¿cómo deberíamos abordar una entrevista de trabajo?

No te presentes con la expectativa de simplemente superarla.

Hay tantos factores que pueden influir en el resultado y que escapan a tu control.

Tal vez la empresa busca alguien más orientado al frontend cuando tu experiencia está más en el backend.

O quizás el entrevistador simplemente está teniendo un mal día.

Mi sugerencia:

- Cambia tu perspectiva y enfócate en algo que sí puedes controlar.

Ve a esa entrevista con la determinación de aprender algo valioso de la experiencia.

Este enfoque tiene varios beneficios:

Tutoría gratuita: Estás frente a un ingeniero de software o director de ingenieria con experiencias y antecedentes diferentes. Aprovecha la oportunidad y haz preguntas sobre su código y decisiones técnicas. Aprende de cada fallo para asegurarte de mejorar con cada rechazo.

Confianza: Depositar todas tus expectativas en un resultado que no puedes controlar genera ansiedad. En cambio, ingresa con la seguridad de que el único resultado que buscas está en tus manos. Paradójicamente, al no obsesionarte con el resultado, clarificas tu mente y aumentas las probabilidades de tener éxito.

Diviértete más: Estamos en un mercado laboral desafiante. Prepárate para un viaje largo que puede incluir rechazos. Enfrenta cada entrevista con una mentalidad abierta y permítete disfrutar un poco del camino.

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Y si estás leyendo esto, ¡me encantaría saber de ti!

¿Alguna vez has aprendido algo valioso de una entrevista?

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